Es uno de los rostros más recordados de la edición número tres de La isla de las tentaciones. Y reconvertida en influencer, Lucía Sánchez suma la friolera de cerca de un millón de seguidores solo en su cuenta oficial de Instagram. La joven está pasando por uno de sus mejores momentos tras comprarse una segunda vivienda, a la que está sometiendo a una reforma integral, y disfrutando del verano con su hija Mía.
En este contexto, la exconcursante del reality ha hecho un salto en el camino para hablar del complicado episodio que pasó tras el nacimiento de su pequeña, fruto de su relación con su expareja, Issaac Torres. Muy afectada y sin poder parar de llorar, Lucía Sánchez ha compartido una demoledora reflexión de esos momentos.
Los complicados inicios de Lucía Sánchez como madre de su hija, sobrepasa por las circunstancias
La maternidad no siempre es fácil. Es un cambio de paradigma brutal para los padres, sobre todo para las madres. Qué decir, además, del posparto. A cada mujer le afecta de una manera, como es lógico, o no le afecta en absoluto. Ejemplo de ello, Isa Pantoja, que está experimentando un posparto muy intenso tras el nacimiento de su segundo hijo, Cairo, con Asraf Beno. Para Lucía Sánchez, los primeros tres meses de crianza de Mía, que ahora tiene cerca de tres años, no fueron fáciles, como ha relatado en 'Para mí', su canal de Mtmad.
"Viví momentos de desesperación. Recuerdo que un día le dolía mucho, los cólicos, pero yo no estaba bien psicológicamente... Sabéis que he pasado una época muy mala. Y ahora muchas veces me pongo a pensar, ahora veo que tenía muy poca paciencia. Llamaba a mi madre y a mis amigas, para que me ayudaran, porque yo estaba sola", ha comenzado diciendo, sin poder reprimir las lágrimas amargas al recordar sus inicios como madre.
"La niña tiene ahora tres años y yo sé perfectamente ahora cuando mi hija tiene una rabieta, pues a veces yo me digo, a ver, siéntate y tranquila. Y cuando ya se le pasa, la cojo y la abrazo y la digo: ya te encuentras mejor, ya estás más tranquila. Y cuando la abrazo me dice, sí mamá, estoy más tranquila" ha continuado explicando Lucía Sánchez como una antesala de la gran culpabilidad que le invade cuando hace retrospectiva de los meses posteriores al nacimiento de su hija.
La culpabilidad que arrastra Lucía Sánchez a raíz del problema de salud mental que sufrió
No es la primera vez que Lucía Sánchez menciona la complicada etapa que vivió, afectada por problemas de salud mental que le impidieron estar al cien por cien de sus capacidades. Un momento al que la influencer se ha vuelto a remitir porque coincidió con el nacimiento de su hija.
"Cuando Mía era más bebé, yo no tenía esa capacidad, porque estaba muy mal de la cabeza, psicológicamente. Y es verdad que yo me ponía más nerviosa. Y los nervios se los transmití a ella. Y a veces pienso que no disfruté bien de cuando era bebé, porque había veces que me despertaba por la mañana y lo único que pensaba era que por favor dieran las diez de la noche para irme a acostar y hasta el día siguiente. Y es mu triste", ha confesado entre lágrimas y el rostro compungido.
"En esos momentos en los que ella era un bebé, pues a lo mejor, es verdad que el dolor de los cólicos no se los voy a quitar con un abrazo. Pero me hubiera gustado estar más calmada para transmitirle la tranquilidad. Muchas veces me siento culpable porque no estuve bien, a la altura. Pero claro, madre primeriza, sola, que desde que entré por la puerta de mi casa he dormido sola con ella todas las noches. Yo quería que la niña creciera sabiendo que yo era su lugar seguro, su casa, su madre...", ha continuado relatando la exconcursante de La isla de las tentaciones 3.
Unas palabras con las que, de algún modo, normaliza la montaña rusa que experimentan tantas y tantas madres durante el posparto, a pesar de lo feliz que se puedan sentir por la llegada de su bebé.
"Podía haber dado más de mí": las duras palabras de Lucía Sánchez
Finalmente, Lucía Sánchez se ha sincerado sobre cómo se siente en estos momentos en los que, si echa la vista atrás, siente que podría haberlo hecho mejor durante los primeros meses de maternidad. Unas fuertes declaraciones que le juegan malas pasadas en ocasiones a pesar del paso del tiempo y de que esa etapa ya es cosa del pasado.
"A veces me digo, venga Lucía, te castigas mucho, demasiado, pero es verdad que hay veces que pienso que podría haber dado más de mí. No estar hasta arriba y decirle a mi madre, venga mamá, llévatela a dar una vuelta, aguántala y yo quedarme ahí. Me siento culpable por eso", ha sentenciado.
