Camilla Parker Bowles cumple 78 años convertida en la atípica Reina Camilla de Reino Unido. Contra todo pronostico la madrastra del cuento se convirtió en la Reina en un giro del destino que de seguro la sorprendió hasta a ella misma. En sus últimos meses de vida la propia Isabel II le echó un cable con el que ni ella contaba al hacer pública su voluntad de que la consorte de su hijo fuese conocida como Reina Camilla cuando ella ya no estuviera en este mundo. Ahora, solo tres años después de el histórico momento en el que Carlos III accedió al trono tras la muerte de Isabel II algunos indicadores parecen apuntar a que el suyo podría ser uno de los reinados más fugaces de la historia reciente del Reino Unido.
Desde hace algo más de un año Carlos III convive con un cáncer del que se desconoce el diagnóstico y la evolución, pero del que parece estar lejos de estar recuperado ya que sigue recibiendo tratamiento. Ahora, un gesto ha hecho pensar que quizás el pronostico no sea bueno. Mientras se ultiman los planes para su eventual fallecimiento y el desarrollo de sus exequias fúnebres, algo lógico y normal en alguien de su rango, trasciende que el monarca desearía que en ese supuesto su hijo menor, su mujer y sus nietos tuvieran papel protagonista en su despedida. Para terminar de alimentar las elucubraciones sobre la cercanía de su final, esta semana se ha podido ver reunidos a los equipos de Carlos III y el Príncipe Harry.
Esta reunión podría responder a la necesidad de un deshielo entre padre e hijo que hiciese más soportable y llevadera la etapa final de la vida del monarca. Sin duda todo esto no debe ser fácil para Camilla, que a punto de cumplir los 78 se enfrenta a un sinfín de desafíos emocionales. Para desarrollar esta encrucijada de estados de animo charlamos con la psicóloga Lara Ferreiro, autora del superventas 'Ni un capullo más' (Grijalbo, 2025).
"Para Camilla la comodidad está en tener un protagonismo secundario"
"Es la monarca consorte de más edad en la historia reciente del Reino Unido", es lo primero que Ferreiro nos comenta a la hora de analizar la situación de Camilla. En el caso de un eventual fallecimiento de Carlos III, Camilla "pasaría a ostentar el título de la Reina viuda. perdería el foco institucional, aunque podría tener cierto simbolismo, pero afrontaría un duelo público tras décadas de tensiones mediáticas". Y es que, según Lara Ferreiro "Camilla siempre será la madrastra del cuento. Llegado este momento la visibilidad de Camilla se vería muy limitada por la popularidad de Guillermo y Kate". Además, según nuestra psicóloga "la sombra de Lady Di ha acechado toda la vida a Camilla, algo que ha ayudado a impulsar la imagen de Kate".
"La opinión pública siempre la ha observado con lupa porque era la mala del del cuento, era la madrastra", afirma Ferreiro. Es por este difícil papel que, "para Camilla la comodidad está en tener un protagonismo secundario". "Carlos y Camilla son una pareja que aún está enamorada, la muerte de su marido sería para ella un momento traumático, un final abrupto a una historia donde el amor había triunfado", considera nuestra experta. "Llegado ese momento Camilla se refugiaría en su papel de madre y abuela para escapar del peso emocional de la pérdida y el escrutinio público". Y es que, en este futurible, "su papel institucional ya no tendría sentido, no es la madre del próximo rey, es la viuda del Rey, nada más".
"Ahora que parece que Carlos y Harry están reconstruyendo su relación es complicado saber qué papel puede desempeñar Camilla"
Camilla "Camilla tiene un ingrato papel como Reina del reino unido, le ha tocado llevar la corona después de la querida Isabel II y antes de la deseada Kate Middleton", comenta Ferreiro para añadir que, "cuando murió prematuramente Lady Di nadie en Reino Unido pensaba que algún día la verían reinar y poco a poco ha ido protagonizando su particular reconciliación pública con el pueblo británico, aunque te diría que en sus aspiraciones nunca ha estado la de ser Reina". Nuestra experta asegura que "podemos decir que los Windsor son una familia marcada por el trauma y Camilla no se ha escapado de esa realidad".
La actual Reina Consorte británica ha estado "Marcada públicamente por el trauma de ser la amante, la madrastra y luego reforzada en esa narrativa por las acusaciones del Príncipe Harry depositando sobre ella gran parte de la culpa de la mala relación de Carlos III con su hijo menor". A ese respecto, "ahora que parece que están queriendo reconstruir esa relación es complicado saber qué papel puede desempeñar Camilla". A pesar de todos los pesares "creo que sigue existiendo una frialdad emocional entre el pueblo británico y Camilla. No conectan con ella, es más tolerada que querida".
Para acabar, nuestra experta advierte que "si llegado el momento, faltara Carlos III y Camilla no encontrase el modo de reengancharse a las rutinas de una vida dedicada a su papel de madre y abuela o a alguna afición que la hiciese sentirse plena, podría correr peligro de sufrir el síndrome de la reina sin corona, algo que experimentan las consortes que al enviudar pierden el estatus". Las mujeres que viven este trance emocional, "al mismo tiempo que tienen que llorar la pérdida de un marido deben aceptar que su rol cambie por completo y su papel pase a ser secundario y sin peso institucional. Si no presta mucha atención a su duelo podría caer en una tristeza crónica que marcara el final de sus días".