Blanca Romero se abre en canal en su entrevista a Isabel Jiménez para 'Mis raíces'. En el programa nuevo de Cuatro se descubrieron muchas cosas de la actriz desconocidas hasta el momento. Una de las facetas que más feliz han hecho siempre a la presentadora es su carrera como modelo. Tiene a su espalda numerosos desfiles, campañas para marcas como Givenchy y un sin fin de objetivos logrados. Sin embargo, tiene una espinita guardada que no podrá olvidar. Nunca pudo desarrollarse como modelo en Estados Unidos. Ella misma cuenta cómo en la aduana en uno de sus primeros viajes recibió una noticia que nunca quiso escuchar.
"Cuando voy a Nueva York, cojo el bolso de mi madre y era una niñata que fumaba. Me sentaban fatal y, de hecho, lo dejé pronto porque la tensión me bajaba. Me paran en la aduana, me miran y sacan una piedra", le desvela a la presentadora de los Informativos. Un recuerdo que las deja a las dos desconcertadas y que supuso la imposibilidad de acceder al territorio durante 5 años.
Ninguna consideración tuvieron entonces al otro lado del charca ante tal descubrimiento. "Obviamente esposada, pies y manos. Con 17 o 18 años, 14 horas allí y decía 'dios mío de mi vida, qué miedo'", recuerda de entonces. Un susto muy grande que terminó con su vuelta al país y una dificultad ante su carrera de modelo que no hacía nada más que despegar.
La excusa de Blanca Romero para no estropear su carrera: "No lo quise contar por si acaso"
En ese momento de juventud Blanca Romero se estaba forjando un nombre en la industria del modelaje y la ciudad donde tenía la mayor parte de sus campañas era París. Allí estaba junto a su agencia logrando trabajos con los que solo había soñado hasta la fecha. Con esta mancha ahora en el expediente, todo se complicó. "¿En serio?, ¿me fastidias la carrera de modelo por una piedra que pesaba 0 gramos?", se preguntaba entonces una y otra vez.
No pudo ocultarlo mucho tiempo a pesar de sus esfuerzos por evitar los trabajos de Estados Unidos. Ella simplemente lo normalizaba y asegura que no quería proyectos porque, simplemente, no eran de su agrado. Son muchas las marcas que trabajan allí y ya era insostenible seguir poniendo excusas. La llegada de una campaña de Carolina Herrera lo cambió todo.
"Al cabo de unos años me sale este trabajo por una cantidad insultante y decido subirme a un avión sin hacer el protocolo, ni perdón. En cuanto puse un pie en el aeropuerto allí me volvieron a esposar otras 14 horas", desvela. Como el plazo transcurrido no era el suficiente Blanca Romero no podría ingresar en Estados Unidos por mucho que ella insistiera por lo que "me deportaron con otros 6 años por mentir. Me dije que tenía que dejar la moda".
