Universidad de Columbia amenaza con expulsar a estudiantes por protestas a favor de Palestina

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Nueva York. La Universidad de Columbia, ubicada en Nueva York, anunció este martes que los estudiantes que ocupan un edificio del campus como parte de protestas en apoyo a Palestina podrían enfrentar la expulsión de sus programas académicos, marcando el último episodio de un enfrentamiento con las autoridades universitarias.

"Los estudiantes que ocupan el edificio corren el riesgo de ser expulsados", informó la oficina de relaciones públicas de la universidad en un comunicado, señalando que se les brindó "la oportunidad de irse pacíficamente", pero optaron por rechazarla, exacerbando así la situación.

La toma del Hamilton Hall, un edificio emblemático de la prestigiosa institución, se produjo horas después de que las autoridades universitarias anunciaran la suspensión de estudiantes por no acatar una orden de desalojo del campamento levantado en los jardines del campus.

En imágenes compartidas en redes sociales se observa a jóvenes con el rostro cubierto rompiendo ventanas y bloqueando las entradas del edificio con mesas.

Policía detiene a 100 manifestantes propalestinos en universidad de Boston, EE. UU.

"Después de 206 días de genocidio y más de 34.000 mártires palestinos, los miembros de la comunidad de Columbia recuperaron Hamilton Hall poco después de la medianoche", expresó el grupo en un comunicado, haciendo referencia al conflicto entre Israel y Gaza. Además, anunciaron que renombraron el edificio como "Hind's Hall", en honor a una niña palestina de seis años fallecida durante la ofensiva israelí contra Hamás.

Los manifestantes afirmaron que permanecerán en el edificio hasta que se cumplan sus demandas, que incluyen la petición de que la Universidad de Columbia rechace cualquier financiación relacionada con Israel, una exigencia que la institución rechazó.

La rectora de la universidad, Minouche Shafik, declaró que "no lograron llegar a un acuerdo" con los estudiantes, según un comunicado difundido el lunes.

El martes, mientras una multitud se congregaba afuera del campus, se observó una pequeña presencia policial en Columbia, según constató esta agencia.

"Como dijimos ayer, las interrupciones en el campus han creado un ambiente amenazante para muchos de nuestros estudiantes y profesores judíos", afirmó Ben Chang, portavoz de Columbia, acusando a los ocupantes de cometer actos de vandalismo.

La toma del edificio fue criticada por el presidente Joe Biden, quien pidió garantizar la libertad de expresión de los estudiantes y evitar actos antisemitas.

"El presidente cree que tomar por la fuerza un edificio del campus es absolutamente el enfoque equivocado", señaló John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional. "No es un ejemplo de protesta pacífica", añadió.

De costa a costa

Las protestas se propagan por diversas universidades del país. En muchos casos, se establecieron campamentos en los jardines del campus, luego de que alrededor de 100 manifestantes fueran arrestados por primera vez en Columbia el 18 de abril.

En la Universidad de Texas, en Austin, la policía se enfrentó a los manifestantes el lunes, empleando incluso gas pimienta, y realizó arrestos mientras desmantelaba un campamento. Estos incidentes se suman a los más de 350 arrestos efectuados en todo el país durante el fin de semana.

Paul Quinzi, del gremio de abogados de Austin que brinda asistencia legal a los detenidos, informó a esta agencia que estiman "al menos 80 arrestos".

Las protestas contra la guerra en Gaza plantean un desafío a las autoridades universitarias para conciliar el derecho a la libertad de expresión con las preocupaciones de que las concentraciones derivan en expresiones de odio y antisemitismo.

'Derecho de reunión pacífica'

Este martes, el jefe de derechos humanos de la ONU, Volker Turk, expresó su preocupación por las medidas represivas adoptadas para dispersar las protestas, subrayando que "la libertad de expresión y el derecho de reunión pacífica son fundamentales para la sociedad". Añadió que "la incitación a la violencia o al odio por motivos de identidad o puntos de vista, ya sean reales o supuestos, debe ser repudiada enérgicamente".

En su declaración del lunes, Shafik manifestó: "Muchos de nuestros estudiantes judíos, y también otros estudiantes, han encontrado la atmósfera intolerable en las últimas semanas. Muchos han abandonado el campus y eso es una tragedia", y agregó que "el lenguaje y los actos antisemitas son inaceptables".

Los organizadores de la protesta niegan las acusaciones de antisemitismo, argumentando en cambio que sus acciones están dirigidas al gobierno de Israel y su manejo del conflicto en Gaza.

El conflicto en Gaza se desencadenó cuando militantes de Hamás llevaron a cabo un ataque sin precedentes contra Israel el 7 de octubre, dejando alrededor de 1.170 muertos, en su mayoría civiles, según un recuento de esta agencia basado en cifras oficiales israelíes. En respuesta, Israel provocó la muerte de al menos 34.535 personas en Gaza, la mayoría de ellas mujeres y niños, según el Ministerio de Salud del territorio dirigido por Hamás.

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