La tradición de Semana Santa que la reina Letizia ha roto: la ausencia más comentada de la familia real

Es evidente que desde que la reina Letizia (51 años) pasó a formar parte de la familia real ha habido varias costumbres que han dejado de serlo. La esposa del rey Felipe VI (55 años) no ha tenido reparo en marcar una diferencia y romper con algunas tradiciones que los Borbón han mantenido durante mucho tiempo. Una de ellas es su ausencia durante la misa de Pascua en Palma de Mallorca.

Cada domingo de resurrección, los monarcas y el resto de la familia se acercaba a la catedral de la isla balear para celebrar la Semana Santa en este emplazamiento tan especial para ellos. Un evento señalado en la agenda de la Casa Real española, desde que así lo instauraran en 1995 el rey emérito Juan Carlos y la reina Sofía, y que nos ha regalado centenares de posados familiares.


Sin embargo, esta tradición parece haberse roto. Y es que tanto los monarcas como la princesa Leonor (18 años) y la infanta Sofía (16 años) se han ausentado de esta cita y han apostado por otro tipo de apariciones para estas fechas en los últimos años. Aunque los motivos nunca se han confirmado, todo parece indicar que fue e polémico encontronazo entre Letizia y Doña Sofía en 2018, que dio la vuelta al mundo, el que puso punto y final a estos encuentros en Palma de Mallorca. Aunque es cierto que un año después se reunieron de nuevo en el mismo sitio y todo se sucedió con normalidad, desde entonces no han vuelto a coincidir.

El plan alternativo de Felipe VI, Letizia, Leonor y Sofía para la Semana Santa

Esta ausencia den Palma de Mallorca no ha dado lugar a un vacío de actos. Todo lo contrario. Después de la pandemia de COVID-19, hemos podido ver a los reyes y sus hijas disfrutando de planes privados de manera mucho espontánea. Una forma de acercarse a los ciudadanos, a la vez que siguen manteniendo un vínculo con los servicios religiosos de esta época del año.

Por ejemplo, en 2022, la familia real visitó un centro de acogida a refugiados ucranianos en Pozuelo de Alarcón para mostrar su solidaridad con los ciudadanos que habían huido de la guerra entre Ucrania y Rusia. Al principio se pensó que esta visita era una excepción debido a la gravedad del terrible conflicto bélico que se había iniciado ese mismo febrero. No obstante, cuando en 2023 tampoco pisaron Palma de Mallorca quedó más que claro que los reyes estaban evitando coincidir allí.

En su lugar, Felipe VI, Letizia, Leonor y Sofía aparecieron en Chinchón para celebrar el 60 aniversario de la Pasión Viviente de esta localidad madrileña. ¿De qué se trata? Pues, desde 1963, los vecinos de esta comunidad dan vida a 8 pasajes de la biblia, como la última cena. Toda la familia se mostró curiosa e interesada en cada paso de este espectáculo. Además, nos permitió ver con detalle la dinámica entre Leonor y Sofía con sus padres y entrever algo más de su estilo y personalidad.

En definitiva, salidas en familia la mar de naturales que pretendían establecer que Felipe VI y Letizia no son sus predecesores. Ellos crean sus propias tradiciones y costumbres, dando paso así a una nueva era. Este año este encuentro será aún más especial, ya que será el primero en que Leonor y Sofía vuelvan de sus respectivas formaciones para pasar unos días de vacaciones con sus padres. Los cuatro no coinciden, en privado, desde las vacaciones de Navidad y, en público, desde la jura de la Constitución de la princesa Leonor.

La reina Sofía, inamovible, sigue con su tradicional visita a Palma de Mallorca por Semana Santa

Quien no ha modificado ni un ápice la tradición ha sido la reina Sofía. La madre de Felipe VI viaja cada año por estas fechas a la isla balear para acudir a varios eventos, como el concierto anual a beneficio de Projecte Home Balears, una iniciativa que facilita tratamientos a personas drogodependientes. Pero el más importante, desde luego, es la mencionada misa de Pascua. Esta cita la instauraron ella y el rey emérito Juan Carlos en 1995 como una forma de poner un broche a sus vacaciones de Semana Santa en la isla balear. Los entonces reyes se alojaban en el Palacio de Marivent durante estas festividades y disfrutaban de sus actos y celebraciones.

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