Era noviembre de 2001 y Mar Flores, radiante tras su boda con el empresario Javier Merino, iniciaba su luna de miel por Asia con parada en Bangkok, una de esas ciudades en las que el calor y la espiritualidad conviven con templos dorados, pad thai en cada esquina y mercados flotantes. Allí, entre estucos brillantes y muros de cerámica, la modelo madrileña dejó claro que los estilismos de 'turista' los controlaba como nadie (y lo sigue haciend0). Nada de shorts vaqueros ni chanclas de batalla: Mar, como buena precursora del silent luxury mucho antes de que TikTok lo inventara, apostó por una combinación sencilla, neutral y atemporal que hoy podría estar en el feed de cualquier editora de moda nómada con buen ojo.
El estilismo de Mar Flores en su luna de miel que ahora es pura tendencia
Camisa blanca de manga corta, pantalones rectos color piedra, cinturón negro sobrio, gafas sobre la cabeza y un pañuelo de Burberry anudado al cuello al más puro estilo Diana de Gales en Angola. Pero lo verdaderamente revelador estaba en sus pies: unos mocasines planos en piel negra con antifaz y con el empeine blanco, clásicos y refinados, sin afán de protagonismo, pero con un magnetismo que hoy vuelve a resurgir con fuerza. Aquellos zapatos eran prácticos, sí, pero también cargados de un guiño muy "fashion-forward": evocaban al look del dandy de los 60 o incluso al new preppy que ha conquistado las pasarelas en los últimos desfiles de Miu Miu, Gucci y Loewe. Mar Flores, sin saberlo, se había calzado una pieza que iba a resistir dos décadas de tendencias y volvería en forma de "objeto de deseo".
Y es que los mocasines bicolor vuelven, pero no como lo hacían antes. Ahora son robustos, atrevidos, con suelas chunky o diseños híbridos. Algunas versiones abrazan el clásico negro con blanco, otras se tiñen de burdeos, camel o incluso rojo Ferrari, pero todas tienen en común ese equilibrio entre elegancia intemporal y actitud traviesa. Son zapatos que no necesitan logotipo porque ya tienen personalidad suficiente.
Los mocasines bicolor: la tendencia absoluta en calzado
La mejor parte es que son sorprendentemente versátiles. Funcionan con jeans rectos y camisa blanca oversize, con vestidos lenceros y calcetines de canalé, con faldas tableadas y polos retro o incluso con pantalones de traje anchos y camiseta gráfica. Y sí, también con looks safari revisados, como el que llevó Mar Flores en Tailandia. Hay algo de "tourist-core" en todo esto que ahora nos resulta, por fin, apetecible.