Camilo Ugo Carabelli, el próximo rival de Carlos Alcaraz en el Argentina Open: de ball boy al cuadro principal y hermano del "Zlatan de la C"

Camilo Ugo Carabelli (24 años, 134° del ranking) vive un momento de dulzura deportiva. Campeón del Challenger de Piracicaba, Brasil, hace un puñado de días, superó la clasificación del ATP de Buenos Aires el domingo, este martes celebró en la primera ronda del cuadro principal (7-6 [7-5] y 6-4 al peruano Juan Pablo Varillas, 85°) y, este jueves, tendrá el premio mayor al entrar en el court central del Buenos Aires Lawn Tennis Club para medirse con el español Carlos Alcaraz, el cinematográfico N° 2 del ranking y defensor del título.

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El caso del porteño Ugo Carabelli es inédito: es el primer jugador en disputar el main draw del Argentina Open tras haber tenido un vínculo estrecho con el torneo como alcanzapelotas. "Este año, después de pasar la qualy, Christian Miniussi [extenista y parte de la organización del ATP porteño] puso en Twitter que yo había sido el primer chico en pasar al main draw habiendo sido ball boy, le puse un Me Gusta, je. Me acuerdo que hacía quilombo todo el día, estaba siempre acá en el club; cuando había recorte de ball boys yo era el primero en caer. Martín (Jaite; el director del torneo) me sacaba todo el tiempo de la sala de jugadores porque yo me metía a jugar a la Play, nos robábamos helado y lo cambiábamos por pelotas. Era venir y reírnos todo el día. Estar hoy jugando acá, ver a los ball boys y hablar con ellos, me pone muy contento", dice Camilo, que vive apenas a cinco cuadras del BALTC y muchas veces va en bicicleta.

"La primera vez que jugué en la cancha central creo que fue una final de G2 o G3, contra Tommy Etcheverry, y me comí una paliza terrible. Este jueves va a ser una locura. Tuve la oportunidad de jugar con Lajovic el año pasado y estaba explotada de gente. Claramente porque ese día, después de mí, jugaba Alcaraz. Ahora trato de tomármelo con calma", describió el Gordo Camilo, cuyo hermano, Jeremías, fue futbolista del ascenso y apodado el "Zlatan Ibrahimovic de la C". El fútbol, de hecho, es otra de las grandes pasiones de Ugo Carabelli: "Soy fanático de San Lorenzo, tengo un tatuaje. Mi viejo, Gustavo, es enfermo y me lo pasó. Cuando puedo ir a la cancha, voy. Antes iba a la popular, pero por un tema de la cadera, que me dolía por estar tanto tiempo parado, no pude ir más y ahora voy a la platea cuando puedo. Me encanta San Lorenzo".

Camilo, hincha de San Lorenzo por el papá

A Camilo nunca le sobró nada. Su mamá, María Marta, hospeda tenistas en su casa para tener otro ingreso económico. "Lo hace desde hace más de diez años. Ella siempre se dedicó al turismo y se le ocurrió esa idea. A veces casi ni nos vemos con los chicos tenistas que vienen, porque cada uno está en un lugar distinto. Cuando coincidimos cenamos juntos", cuenta Camilo.

Hace "ocho o nueve meses" que tiene a Carlos Berlocq como entrenador. "Charly es muy intenso. Yo soy todo lo contrario, muy relajado. Al ser tan opuestos hacemos muy buena dupla. Empecé a trabajar en serio, él me hizo ver lo que es ser tenista, vivir para el tenis, algo que yo no hacía. Vengo trabajando bien, me la vengo bancando. Voy recuperando confianza", dice Ugo Carabelli, diestro, de 1,85m, revés de dos manos, cuyo mejor ranking fue 96° en agosto de 2022.

En el último Abierto de Australia, Ugo Carabelli cayó en la tercera ronda de la clasificación ante el neerlandés Jesper De Jong, pero se quedó unos días más aguardando la chance de entrar como lucky loser, algo que al final no ocurrió. En esas horas de más en Melbourne se entrenó, entre otros, con Daniil Medvedev, Frances Tiafoe y Jannik Sinner, finalmente el campeón.

"Me sorprendió lo fuerte que le pega a la pelota Sinner. Él jugaba en la segunda ronda con De Jong y me preguntaba qué hacía bien y mal. Por dentro yo decía: 'No hay forma de que pierda'. Se mostró muy humilde". Este jueves tendrá el desafío de su vida, ante Alcaraz, frente a unas seis mil personas en la Catedral del tenis nacional. Ya lo palpita: "Voy a tratar de no ponerme a llorar".

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