El Gobierno refinanció la deuda en pesos que vencía a tasas más bajas, aunque la demanda fue más floja que lo esperado

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El Gobierno tomó del mercado los $2,7 billones que necesitaba para refinanciar la deuda en pesos que vence en los próximos días, tras una licitación que sorprendió al mercado por lo ajustada que fue la demanda de los cuatro títulos que ofreció (dos a tasa fija y otros dos en pesos indexados por inflación y evolución del dólar oficial) y en la que debió validar tasas que siguen siendo bajas, pero resultaron un escalón por encima de las vigentes en el mercado secundario.

La sorpresa deviene de que otra vez había cimentado el camino para sacar provecho de la enorme masa de liquidez ociosa que los bancos mantienen colocada en pasivos remunerados del Banco Central (BCRA), habida cuenta de que enfrenta compromisos más abultados y de origen privado, ya que eran remanentes de los bonos dollar-linked (TV24 y TDA24 ajustables por variación del dólar) que no pudo canjear hace poco más de un mes.

En especial porque -en la previa- el BCRA había informado que habría otra vez puts (opciones de recompra) para dos de los cuatro instrumentos que ofrecía el Tesoro nacional en la licitación, y además dispuso esta mañana un nuevo recorte de la tasa de interés de referencia (del 70% al 60% nominal anual), fijada no casualmente por lo que les paga a los bancos por las inversiones que hacen en sus pases pasivos, para estimular esos traspasos.

Ambas medidas, destinadas a seguir alentando la migración de liquidez del BCRA hacia deuda del Tesoro, en un contexto de expectativas cada vez más asentadas sobre el proceso de desinflación que transita la economía en medio de una dura recesión y con la demanda muy golpeada por la caída de ingresos, esta vez sólo alcanzaron para refinanciar lo que vencía.

Pero alguna de ellas amenazan retardar el proceso de reducción de los pasivos remunerados que el Gobierno lleva adelante, como quedó a la vista esta semana, cuando por la circular que obliga al BCRA a sostener los precios de la deuda comprada en emisiones primarias -originada cuando Sergio Massa era ministro de Economía, pero sostenida por la gestión actual- salió a "recomprar bonos CER en el mercado por más de $1 billón, generando una expansión monetaria equivalente a más del 8% de la base monetaria", observaron en Aurum Valores.

Ocurre que con esas recompras volvió a encender un motor de emisión monetaria -como había alertado LA NACION días atrás- que estaba apagado. Y ahora es probable que parte de esa liquidez vuelva a la gran playa de estacionamiento de pesos del BCRA.

El resultado de la subasta de deuda en pesos del día resultó el más ajustado desde que comenzó la administración Milei.

Posibles causas

Entre los analistas se preguntan si esto responde a una menor propensión de los bancos a seguir incrementando exposición de su cartera al riesgo Tesoro o está vinculado con alguna primera reacción de la demanda de pesos.

"Hay que tener en cuenta que están próximos a llegar al límite de exposición, establecido en el 75% de su responsabilidad patrimonial computable", observó Juan José Vázquez, analista de Cohen aliados financieros.

"Creo que lo que quedó a la vista es que no hay tanta liquidez suelta en estos momentos, porque hay muchas empresas que comenzaron a hacer caja para enfrentar en las próximas semanas el pago de Ganancias. En ese grupo están especialmente los propios bancos que cerraron balances 2023 con ganancias récord sólo por el impacto que las devaluaciones tuvieron en su cartera de bonos indexados por tipo de cambio e inflación, lo que puede explicar incluso el desarme de posiciones que tenían en un bono CER que vimos en los últimos días", advirtió a su vez el economista Leonardo Chialva, de Delphos Investment.

Desde el Ministerio de Economía destacaron que los fondos tomados se captaron a tasas más bajas y que en abril "el financiamiento alcanzó un total de $ 5.732.924 millones, lo que representa un 175% por sobre los vencimientos del período".

"La colocación de la Letra Capitalizable (Lecap) a marzo 25 implica una baja de tasas de 641 puntos básicos vs la licitación anterior de la Lecap a febrero 25″, señalaron, antes de reafirmar que "la pendiente invertida de la curva de tasas de Lecap convalida el escenario de desinflación y baja de tasas".

Con todo, no pasó desapercibido que ese papel se colocó a una tasa del 4,10% mensual (60,63% anual), que, sin embargo, fue superior a la del 3,9% que rendía la Lecap por vencer en enero que ya estaba en el mercado.

Los títulos adjudicados fueron la Lecap a noviembre 2024 (S29N4), que resultó el papel más demandado (aportó $1,12 billones), colocada a una tasa nominal del 4,4% mensual; la otra Lecap (S31M5) por vencer a fin de marzo del año que viene, que atrajo $611.614 millones; el Boncer (TZXM6) colocado a inflación menos 2,95% ($607.583 millones) y el Dólar Linked (TZV25) por vencer en junio de 2025, que asegura cobertura contra devaluación menos 1,02% y del que se emitieron otros $393.081 millones.

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