"Famous": bullying, "pornovenganza" y el capítulo más extremo que expuso el odio que Kanye West y Kim Kardashian le tenían a Taylor Swift

La historia que culmina (al menos parcialmente) en la canción "Famous" comenzó un 13 de septiembre de 2009. Taylor Swift, por entonces una artista country con futuro prometedor, recibía con cierta incredulidad el premio MTV al mejor video del año por "You Belong with Me", uno de los hits de su segundo álbum de estudio, Fearless. Mientras agradecía el galardón con una autenticidad que conmovía a la audiencia, notaba cómo Kanye West se iba acercando hacia ella para luego interrumpirla. "Taylor, estoy muy feliz por vos y te voy a dejar terminar, pero Beyoncé tiene uno de los mejores videos de todos los tiempos", proclamó el rapero ante una sorprendida Knowles que le decía, desde su butaca, "Oh, no, Kanye". Los abucheos no tardaron en surgir, solo que Swift los malinterpretó.

"En ese momento pensé que me estaban abucheando a mí", reveló en el documental de Netflix, Miss Americana. Luego, Beyoncé obtuvo otro galardón y le dio a Taylor la posibilidad de agradecer el reconocimiento, respaldándola como lo hicieron el resto de las estrellas de la música que se encontraban allí esa noche en la que Swift terminó llorando en su camarín y declarando ante la prensa que Kanye West era "uno de sus ídolos".

Al día siguiente, el artista asumió su error y manifestó su deseo de disculparse con su colega, lo que efectivamente hizo. "Kanye me llamó y lo noté muy sincero en su disculpa, pero fue el apoyo de otros artistas y de mis fans los que me condujeron a aceptar esa disculpa", aclaró Swift. La relación entre ambos mostró una nueva fluctuación al año siguiente, cuando Taylor interpretó "Innocent", tema de su tercer disco, Speak Now, en el que alude a cómo la vida pone por delante una serie de encrucijadas a sortear. Estaba claro que Swift podía perdonar pero no necesariamente olvidar la situación humillante por la que West la había hecho pasar, tan solo la punta del ovillo de lo que sucedería años más tarde.

Quizá impulsado por la canción de la artista, quizá porque sus disculpas no fueron sinceras, lo cierto es que West se retractó de sus dichos en 2013, cuando aseguró que no se arrepentía de nada de lo que había hecho. "Si alguien está esperando una disculpa o algo, no va a pasar", le manifestó al New York Times, aseverando que había sido "presionado" para reconocer un error al que, en realidad, nunca le dio magnitud. En ese momento, Taylor estaba cosechando los frutos de su cuarto disco, Red, e ignoró los dichos de quien fuera uno de sus referentes en la industria, tanto así que se dejó ver con Kanye en una entrega de premios en la que hizo referencia a cómo había nacido una amistad.

"Yo no estaba lista para ser su amiga hasta que no sintiese respeto de su parte, estamos dando un primer paso", dijo la cantante, para luego negar una posible colaboración con West que él había prácticamente confirmado. Asimismo, le entregó un premio y hasta bromeó sobre el famoso incidente de 2009. Las aguas parecían calmas hasta que en 2016 el rapero editó su disco The Life of Pablo y el vínculo no volvió a ser el mismo.

"Famous", una grabación polémica y el efecto dominó

La frase sonó, cuanto menos, llamativa. "Creo que Taylor y yo todavía podríamos tener sexo. ¿Por qué? Porque yo hice que esa perra fuera famosa", se escucha en uno de los versos de "Famous", el primer single del séptimo álbum del rapero que cuenta con voces adicionales de Rihanna y Swizz Beatz y producción, entre otros, de Havoc y Charlie Heat. La controversia por la forma misógina en la que se refirió a Swift causó enorme repudio y West se defendió asegurando que se había comunicado con Taylor para solicitar su permiso para incluir ese fragmento y que ella había accedido.

La respuesta de la estrella pop, en tanto, se produjo en un contexto ideal: cuando obtuvo el Grammy al mejor disco del año por segunda vez, en esa ocasión por 1989. Tras los agradecimientos de rigor, Swift brindó uno de sus discursos más inspiradores de toda su carrera. "Quiero decirles a todas las jóvenes que me están escuchando que se van a encontrar con personas que intentarán minimizar su éxito o atribuirse el crédito por sus logros o su fama, pero si se concentran en su trabajo, van a llegar al lugar al que querían y van a notar que fueron ustedes mismas quienes llegaron ahí, con el apoyo de las personas que las quieren".

Ese año, Taylor se convertía en una de las figuras más poderosas de la industria, pero bastó una declaración de Kim Kardashian, entonces esposa de Kanye West, y la filtración de una conversación, para que la artista tuviera un colapso sobre el que se refirió en su documental y recientemente en la revista TIME, que la eligió como "Persona del año". Según la influencer, Swift había aprobado la frase y estaba "actuando como si todo fuera una novedad para ella". La situación escaló tanto que West filmó el video de "Famous" incluyendo a una escultura de Taylor Swift que yacía desnuda a su lado en una cama. El rapero aseguró que se había inspirado en el artista Vincent Desiderio y su obra, pero el desagrado por el clip en cuestión (en el que también aparecían otras réplicas de figuras como Rihanna, Bill Cosby y Donald Trump) suscitó un repudio unánime.

En paralelo, Kim Kardashian tejía los hilos para que su imagen pública no se viera perjudicada cuando el 17 de julio de 2016 filtró un video de la charla que Taylor y Kanye habían mantenido en relación a la letra de "Famous". En el mismo se la escucha a Swift aprobar solo una parte de la frase de la polémica, pero no así a la que la describía como una "perra". La edición de esa conversación hizo lo suyo y Kardashian logró convencer a los medios de que la artista era una "víbora".

Una serie de hashtags en contra de Taylor se volvieron Trending Topic en Twitter y ella se limitó a subir un posteo a Instagram negando haber autorizado la frase completa de "Famous", y concluyó su texto con la que se volvería una de sus citas más famosas: "Me gustaría ser excluida de esta narrativa de la que nunca quise ser parte desde 2009″, escribió Swift, nuevamente aludiendo a lo acontecido en los premios MTV. "Me encanta que ahora la gente sepa la verdad", fue la respuesta de West.

La "cancelación" de Swift y su ruidosa reaparición pública

"Pensaba que la gente me odiaba, entonces decidí desaparecer, nadie me vio por un año", recordó la cantante en Miss Americana, cuando hizo referencia al trauma que le provocó haber sido el objeto de artículos engañosos que la describían como una mentirosa que "jugaba a hacerse la víctima". En esa misma época, la intérprete conoció al actor Joe Alwyn y se refugió puertas adentro. Durante ese período de enamoramiento y de reflexión sobre el proceder de la industria, compuso Reputation, su último trabajo de estudio para el sello Big Machine. Su vuelta al ruedo no pasó inadvertida.

En 2017, Taylor se apropió de la iconografía de la víbora que Kardashian le había adjudicado y estrenó el video del tema "Look What You Made Me Do", una daga letal a West, Kardashian y todas las personas que le dieron la espalda, con una infinidad de guiños al escrutinio al que fue sometida (entre ellos, una crítica al escenario que usó el rapero en su gira en la que cantaba "Famous" de manera desafiante). Si bien el disco no tuvo la recepción esperada, marcó un momento bisagra en la carrera y vida personal de Taylor, quien regresó con la exitosa gira Reputation Stadium Tour, dejó atrás a Scooter Braun y Scott Borchetta, para empezar de cero con Republic Records y luego emprender el largo camino de las regrabaciones para ser dueña absoluta de su música.

Cuando notó que gran parte de su público permanecía fiel, Swift se animó a hablar del daño psicológico que el video de "Famous" le había ocasionado, lo describió como un acto de "pornovenganza", y acusó al músico de hacer bullying. Asimismo, remarcó lo importante que fue para ella concebir Reputation. "Sabía que tenía que escribir sobre lo que me había pasado porque de esa manera preservaba mi salud mental, además quería contar mi parte de la historia", aseguró. En una entrevista concedida a Rolling Stone, también mencionó que estaba hastiada "de la dinámica" que tenía con West, una persona que no le generaba confianza. "A veces me llamaba y me decía cosas muy agradables y después públicamente se comportaba distinto y decía mentiras (…) Y cuando escuché 'Famous', sentí que fue la gota que rebalsó el vaso, que si él quería que estuviéramos en malos términos, que así iba a ser, pero que sea honesto al respecto".

Si bien West defendió su composición y el video, asegurando que se trataba de una crítica al mundo de las celebridades, "Famous", canción nominada a dos Grammy que recibió el respaldo de la crítica, hoy es recordada por haber sido el puntapié de la colisión con Swift. "Que nadie se equivoque: a mí me quitaron mi carrera", le manifestó Swift a TIME.

"Me grabaron ilegalmente, me editaron y le dijeron a todo el mundo que yo era una mentirosa, eso me llevó a lugares a los que nunca había estado, en cuanto a lo psicológico; me tuve que ir del país (al Reino Unido), me daba miedo atender llamados, alejé a personas porque pensé que no podía confiar en nadie", se sinceró la artista sobre el derrotero que comenzó cuando todo el mundo vio la imagen de West intentando robarle su momento para brillar, instante que, para el rapero, le dio fama a una cantante que ya la había cosechado mucho antes.

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