Fin del cepo y tasas de interés: las definiciones del BCRA frente a un auditorio de especialistas en finanzas

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"Este es un gobierno que no cree en el cepo", afirman las autoridades del Banco Central. Sin embargo, aclaran que todavía no hay plazos previstos en el calendario, a pesar de estar cerca de culminar el primer semestre de gestión sin haberse cumplido una de las medidas más esperadas para el mercado.

Hoy, la mirada la tienen puesta en seguir recomponiendo las reservas del Banco Central y "eliminar el déficit cuasifiscal", un programa que seguirá contemplando una tasa de política monetaria cada vez más negativa en términos reales.

"Lo importante es el discurso descendente de la tasa de interés, que está induciendo la intervención financiera. Estamos tratando de salir de las reservas negativas, con la perspectiva de levantar el cepo, pero no hay plazos; y también [está] la perspectiva de bimonetarismo, que ha planteado el Presidente de la Nación. Estamos en ese curso, pero definiciones en el corto plazo, no hay", dijo Juan Curutchet, parte del directorio del Banco Central y Superintendente de Entidades Financieras y Cambiarias, en diálogo con LA NACION durante el 41° Congreso del Instituto Argentino De Ejecutivos De Finanzas (IAEF).

Con respecto a la baja de tasas de interés, que la semana pasada se volvió a recortar a un 40% nominal anual, afirmó que la entidad monetaria seguirá "perseverando en este programa".

Para las autoridades, una de las misiones principales en el corto plazo es desactivar el déficit cuasifiscal.

"Este modelo, donde los pasivos remunerados son tan altos, induce una creación de moneda que sigue alimentando la inflación. Entonces, si bien hemos desarmado muchísimo, falta terminar ese camino", explicó.

En ese sentido, agregó que la mirada está puesta en los "objetivos futuros". Sostuvo, también, que "no estamos pendientes de cada cosita", como la reciente suba de los dólares financieros, consecuencia de la baja de tasas.

Tampoco se apuran en ciertos plazos previstos, como el compromiso con el Fondo Monetario Internacional (FMI) de eliminar el programa exportador 80-20 para mediados de este año, que le permite a quienes venden fuera del país liquidar un 20% al contado con liquidación y un 80% al dólar oficial. "Puede que se prorrogue, como puede que no; se está estudiando", añadió.

"Este es un gobierno que no cree en el cepo. Simplemente, queremos salir de esta herramienta que heredamos de la forma más constructiva posible para no alterar las relaciones económicas de los argentinos de una forma que genere dificultades. Estamos mucho mejor que en diciembre. Y hasta ahí estamos, más no puedo decir, porque son muchos los elementos y factores que inciden. El Presidente habló en varias oportunidades que parte de la hoja de ruta incluye una reforma del sistema financiero", completó.

Durante el 41° congreso de IAEF, quien disertó ante un auditorio repleto en el Centro de Convenciones de Buenos Aires fue Vladimir Werning, vicepresidente del Banco Central.

En su discurso, también afirmó que el objetivo de la autoridad monetaria es ir hacia una normalización del régimen monetario, cambiario y bancario. "Pero con paciencia, de manera de no poner en riesgo los logros obtenidos con mucho sacrificio por todos, sino a fin de consolidarlos", remarcó.

Para eso, indicó que cuando asumió la actual gestión, el Banco Central tenía un balance de reservas internacionales netas que era negativo en US$11.500 millones, y una suma de pasivos remunerados en pesos por leliq y pases que superaban los US$64.000 millones al tipo de cambio oficial.

En ese escenario, recordó que los macroeconomistas se dividieron en dos grupos: quienes proponían un plan Bonex y quienes aconsejaban subir las tasas de interés aún más.

"Solo en ese contexto, en el cual se consideraba el Plan Bonex, es que la idea de llevar las tasas de interés pueden ser consideradas por muchos como una apuesta racional. Este movimiento sería compatible, por cierto, con la mecánica del régimen de metas de inflación, pero resulta que la Argentina no tenía ese régimen, ni la credibilidad para instalarlo. Si aplicamos esas soluciones, es probable que se hubiera conducido a la quiebra del sistema bancario", aseveró.

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