Pep Guardiola y los "malos momentos" de Manchester City, mientras se prepara para la final del Mundial de Clubes

Probablemente, Manchester City es el mejor equipo del mundo. Sin embargo, en el último tiempo, un puñado de resultados inesperados transformaron el paisaje. Algunos nubarrones (casi imperceptibles para la mayoría de equipos del planeta) se posaron sobre un club que suele tener un límpido cielo, al menos, durante buena parte de la última década. Pep Guardiola lo sabe.

De los últimos 9 partidos, "solo" ganó cuatro partidos. El último, un 3 a 0 frente a Urawa Reds, de Japón, que lo lleva a la final del Mundial de Clubes, en donde se cita este viernes, a las 15 de nuestro país, contra Fluminense, el campeón de la Copa Libertadores. En realidad, una salvedad: de esa serie "negativa", solo una derrota: un 1-0 con Aston Villa (la diferencia debió ser mayor), por la Premier League. El equipo en el que brilla Dibu Martínez lo superó con cierta claridad. Y Guardiola tomó nota del mensaje.

"En los buenos momentos, ya lo saben, todos pensamos en lo buenos que somos. Y en los malos momentos, los momentos difíciles o en los momentos en los que no obtenemos buenos resultados, no estoy pensando en que todo está mal. Incluso, en esos momentos, suelo ser más positivo. Mentalmente soy mucho más fuerte", exclama Pep, que lanza un mensaje interesante, contracultural.

Y sigue. "Incluso como técnico a veces necesito eso. Lo necesito, necesito ese reto. Además, es bueno. Para todos en el club, es bueno vivir lo que estamos viviendo. Diría que creo que es necesario vivir eso. Hemos vivido por largo tiempo, eso que dicen ¡Wooow, qué buenos que somos'!. Como un gato (hace el gesto de una caricia en el lomo)... y quizás lo necesitamos. Y decir, 'chicos, este negocio es terrible'", sostiene.

La charla (en realidad, un monólogo preciso, al hueso), va por el mismo sendero. "Necesito ese reto para probarme a mí mismo que soy un buen técnico para llevar a los jugadores y sobreponerme a esta situación. Y para los jugadores, es un gran reto. Decir, 'oh, Dios mío, Aston Villa fue mucho mejor que todos nosotros'. Y eso es lo único que te pone en el lugar. No mis palabras, eso no funciona. Y que sirva de ejemplo para todo el club: podemos quedarnos afuera de la Champions. Hay que seguir trabajando duro", señala.

Se dio la lógica en Jeddah (Arabia Saudita). Manchester City, debutante en el Mundial de Clubes como vigente campeón de la Champions League, venció sin atenuantes a Urawa Red Diamonds, de Japón, monarca asiático. Lo derrotó por 3 a 0 con goles de Marius Hoibaken (en contra), el croata Mateo Kovacic y el portugués Bernardo Silva. Julián Álvarez jugó la última media hora y tuvo un par de ocasiones para ampliar el marcador.

Lo mejor del triunfo de Manchester City

Apenas una vez en más de noventa minutos remató al arco Urawa Red Diamonds, el equipo japonés que tiene la corona de Asia. Manchester City, dirigido por Pep Guardiola, monopolizó la pelota durante la semifinal disputada en Jeddah, la ciudad donde dirige Marcelo Gallardo. Y fue mucho más que su rival. "Estamos en la final. Nos tenemos que recuperar y disfrutar de estos dos, tres días que tenemos aquí. Y conseguir ese título que aún no tenemos", dijo Guardiola tras el triunfo. Fue el primer partido del equipo inglés en un Mundial de Clubes en toda su historia. Y está a noventa minutos de conseguirlo. Lo espera Fluminense, que tiene un día más de descanso.

Manchester City no dio margen para la sorpresa y proclamó con más goles que juego que no ha venido a Arabia Saudita de turismo. El conjunto de Pep Guardiola alejó los fantasmas surgidos tras sus últimos resultados en la Premier League -sólo una victoria en las seis últimas fechas- y plasmó su mayor calidad ante un Urawa Red que apenas creó peligro ante el arco defendido por el brasileño Ederson.

Sin el lesionado Erling Haaland sobre el césped y con Julián en el banco de inicio, fue otro jugador noruego, el central del Urawa Marius Hoibraten, el que con un gol en contra adelantó al City. El descanso y ese primer gol psicológico beneficiaron a un City que no tardó en marcar el segundo tras la reanudación, cuando Mateo Kovacic culminó magistralmente un mano a mano ante el veterano arquero nipón Shusaku Nishikawa, antes de que el portugués Bernardo Silva sentenciara con un disparo que tocó en un jugador del campeón de la Champions de Asia. -

"Feliz por estar en la final del último título que le falta al club, así que todo fantástico", declaró en conferencia prensa Guardiola, que confirmó que Haaland aún no entrena con normalidad y prácticamente descartó su presencia en la final ante el Flu. La acción más aclamada del primer acto antes del gol llegó cuando la realización del partido mostró en las pantallas gigantes del Prince Abdullah Sports City Stadium la imagen de Haaland y la otra estrella lesionada, Kevin De Bruyne, sonrientes ante la cámara.

Por el momento el torneo en Arabia Saudita no está suscitando un interés desaforado entre los aficionados locales, como volvió a atestiguar el elevado número de huecos en las tribunas del King Abdullah Sports City, en las que, eso sí, no dejaron de escucharse de forma incesante los cánticos de un centenar de aficionados nipones apostados en uno de los fondos, cuyo ánimo no se resintió pese a los goles recibidos por sus 'Diablos Rojos'.

Los 'Citizens' de Pep Guardiola, quien pudo dar descanso en el tramo final del partido a Silva, Foden, Manuel Akanji, Rodri y John Stones, se medirán el viernes con Fluminense en un duelo en el que ambos equipos buscarán su primer título mundial, en la que será la cuarta final de la historia de la competición entre un equipo inglés y otro brasileño (2 victorias para cada uno).

En caso de victoria, el Flu pondrá fin a once años de hegemonía del representante europeo en el torneo que reúne a los campeones de cada confederación, y que vive en este 2023 su última edición con el formato actual de siete equipos, antes del cambio a 32 equipos a partir de 2025.

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