OIJ revisará celular de agente que conversó con sospechoso de asesinar a Kimberly Araya

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El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) revisará el celular del agente policial que mantuvo conversaciones con el esposo de Kimberly Araya Granados, único sospechoso de asesinarla el pasado 18 de abril.

Según Randall Zúñiga, director del cuerpo policial, estas interacciones se llevaron a cabo entre el 19 y el 23 de abril, en un momento en que el sujeto, identificado con los apellidos Pérez Mena, aún no era considerado posible implicado en el crimen. De momento, no se considera que el oficial haya incurrido en un delito.

De acuerdo con el jerarca judicial, durante estas conversaciones, el oficial y Pérez discutieron los últimos datos conocidos de Araya, quien estuvo desaparecida una semana, para, supuestamente, facilitar su pronta localización. "La comunicación que tiene el compañero del OIJ con este sujeto se da en un contexto en el cual él no funge sospechoso, más bien funge como la parte afectada u ofendida".

Esposo de Kimberly Araya se contradijo al dar detalles de la desaparición de su esposa

Antes de iniciar las conversaciones, el agente le solicitó a Pérez que le mostrara si tenía alguna herida o golpes que pudieran implicarlo en la desaparición de su esposa. Una vez confirmado que no presentaba ninguna lesión, el agente procedió a ayudarlo en la búsqueda de la mujer.

Zúñiga admitió que el oficial del OIJ involucrado en estas conversaciones era conocido de Pérez y que no trabaja en la oficina en Heredia, donde se lleva la causa, sino de una oficina regional distante. Además, se encargó de rastrear las ubicaciones de la mujer mediante las radiobases utilizadas por los servicios de transporte.

Una vez que las investigaciones apuntaron hacia la posible implicación de Pérez en la desaparición de su esposa, las conversaciones entre el agente y él cesaron, confirmó el jefe policial.

No obstante, el OIJ procedió al decomiso del celular de Pérez Mena el 25 de abril, cuando se le detuvo, y un día después se le pidió el celular al agente. La Policía Judicial informó de los decomisos a la Fiscalía Adjunta de Género de Heredia, para que solicitara la apertura de los celulares en cuestión.

De momento, las autoridades están a la espera del resultado de esa pericia, para esclarecer la naturaleza de los mensajes intercambiados entre el agente y el principal sospechoso.

¿Falta de experiencia?

Zúñiga mencionó que la interacción entre el agente y Pérez evidencia una falta de experiencia. Según el funcionario, esto demuestra la importancia de mantener en el cuerpo policial personal capacitado y evitar la incorporación de profesionales menos experimentados, quienes podrían incurrir en situaciones similares.

El director policial reiteró que las acciones del agente no constituyen un delito y que consultó con el Ministerio Público para confirmarlo. Asimismo, afirmó que no hay ninguna investigación administrativa en curso contra el agente y que solo se confiscó su celular.

El director mencionó que el agente colaboró con el OIJ de Heredia para ubicar rápidamente a Pérez, ya que este abandonó la casa al día siguiente de la desaparición de su esposa y el agente conocía su paradero, en la casa de una hermana, en Pueblo Nuevo de Alajuela.

"Evidentemente, aquí hay algo que no estuvo del todo bien al tratar de ser tan diligente, tan colaborador. Es parte de la experiencia que se tiene que acumular para que en estos casos se tenga que guardar cierta tranquilidad a la hora de pensar en una colaboración", mencionó.

"De pronto se ve mal (lo que hizo); sin embargo, dentro del espíritu y marco de cooperación y ayuda que quiso ofrecer el agente, no se percibe una actividad delictiva asociada con ello", agregó.

El caso

Kimberly Araya Granados, de 33 años, madre de tres hijos y residente de Santo Domingo de Heredia, desapareció el 18 de abril pasado. Su paradero permaneció desconocido hasta el 26 de abril, cuando sus restos fueron hallados en un barranco cercano a la Ruta 32, a dos kilómetros del túnel del cerro Zurquí.

Según la investigación de la Policía Judicial, Araya concluyó su jornada laboral el jueves 18 de abril en El Coyol de Alajuela y luego de compartir con un amigo en dos establecimientos en Heredia, este la llevó al Parque de Los Ángeles, en esa provincia, donde a las 9:30 p. m. abordó otro servicio de plataforma que la llevó a su casa, ubicada a unos 12 kilómetros.

Inicialmente, se creyó que Araya desapareció al abordar un servicio de transporte de plataforma; sin embargo, con base en testimonios y videos, los investigadores determinaron que la mujer llegó bien a su hogar. El vehículo del esposo fue visto saliendo de la residencia a las 11 p. m. de ese jueves, y no fue hasta el día siguiente, a las 6:40 p. m., que el hombre denunció la desaparición ante el OIJ.

Se presume que, tras un altercado ese 18 de abril, Pérez agredió a la mujer y arrojó su cuerpo al barranco antes de la medianoche. El hombre descuenta un año de prisión preventiva; mientras que los hijos de la pareja, de 11, 10 y 3 años, quedaron bajo el cuidado de sus familiares paternos, según la decisión del Patronato Nacional de la Infancia (PANI).

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