"The Tortured Poets Department": Taylor Swift toma dos tazas de romanticismo disfuncional

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La fecha estaba marcada en rojo en todos los calendarios: Taylor Swift había anunciado el lanzamiento de "The Tortured Poets Department" para el 19 de abril e incluso ella misma había difundido la lista de temas que compondrían el nuevo trabajo. Y no estaba mal: 14 temas de más de una hora de duración que daban para mucho. Sin embargo, cuando llegó la hora, también la sorpresa: no era un disco, sino dos. No eran 14, sino 31 temas. Y el doble de duración: dos horas de música liberada de golpe en los tiempos de los 15 segundos de Tik Tok. El nuevo trabajo de la estadounidense reivindica el valor del disco y la sitúan en el terreno de la completa anomalía en el universo del pop comercial, donde es ya indiscutiblemente la reina.

Sorpresas de contenido al margen, las canciones de Swift no son precisamente pop en 100 palabras y en "The Tortured Poets Department" lo vuelve a refrendar. Las canciones, confesionales y narrativas, se alargan por versos y coros mucho más allá de los estándares de este siglo. Textos en primera persona, con todos los ángulos desde los que se admiran las disfunciones del romanticismo. De la amargura a la decepción, del despecho a la dulce derrota, Swift practica una autopsia sentimental, asunto del que ya ha hablado largo y tendido y que sigue manejando con maestría. Queda para los cronistas descubrir si sus dardos se dirigen hacia cualquiera de sus anteriores parejas como Joe Alwyn y Matty Healy (The 1975). En este disco, asistimos a parejas ridículas pero enternecedoras, infantiles y malvadas, parvas y enormes pero imposibles. Swift alterna delicadas baladas sobre el piano en acústico, con recitados sobre loops electrónicos en los que, y esta es la nota dominante del trabajo, el verso prima sobre el estribillo.

Swift reivindica el texto, como decíamos al principio, y hasta se diría que huye de las exhibiciones vocales de las que es capaz por mantener el tono sin que distraiga del contenido. La voz, por tanto, en primer plano y la música más cerca del minimalismo que de las grandes instrumentaciones. "Tu no eres Dylan Thomas ni yo Pattie Smith", dice en el corte que da título al disco y que marca la temperatura emocional del trabajo. "Esto no es el Hotel Chelsea, somos idiotas modernos", canta Swift sobre el amor moderno en tiempos de postureo. Canciones sencillas pero de un gran nivel medio pese a la magnitud del lanzamiento.

El disco incluye una colaboración con Post Malone y otra jugosísima con Florence Welch (Florence + The Machine) en el corte "Florida!!!", que, no por casualidad, seguramente sea el tema más aguerrido del trabajo. Sin mucha posibilidad para el baile, "TTPD" se mueve por las coordenadas de la balada y el medio tiempo. Según ha revelado la propia artista, de los 31 temas, cinco están escritos junto a Aaron Dessner (The National) y ocho con Jack Antonoff, (Bleachers), que ejerce de su productor habitual.

"Sorpresa a las dos de la madrugada: The Tortured Poets Department es un doble álbum secreto. Había escrito mucha poesía torturada en los últimos dos años y quería compartirla toda con ustedes, así que aquí está la segunda entrega de TTPD: The Anthology. 15 canciones adicionales. Y ahora la historia ya no es mía… es toda vuestra", escribía Swift en sus redes sociales.

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