Usher afrontó el reto titánico del Super Bowl de la mano de Alicia Keys, HER, Lil Jon y Ludacris

El Allegiant Stadium se encontraba en un estado de euforia mientras las luces se apagaban y daba inicio el show de medio tiempo del Super Bowl LVIII. No había que estar en el estadio para escuchar, desde la pantalla chica, el rugido ensordecedor que explotó cuando Usher, vestido con un traje blanco brillante, apareció en un colosal escenario ubicado al centro del campo de fútbol americano.

Desde el primer momento, Usher se apoderó de la tarima con su energía electrizante y una impecable coreografía (mostrando sus grandes dotes).

El artista realizó una serie de cambios de vestuario espectaculares, bailó impresionantemente a sus 45 años y, sobre todo, encaró el reto de ser recordado en una velada en la que todo el mundo habla de su colega Taylor Swift por visita al Super Bowl y su noviazgo con el jugador Travis Kelce, de Kansas City Chiefs.

Un viaje musical a través de los hits de Usher

Usher interpretó una selección de sus más grandes éxitos, incluyendo aquellos grandes hits como Yeah! y Confessions Part II, esosque resonaron en todas las listasde mediados de los 2000.

El cantante, quien curiosamente tuvo su mejor época hace cerca de 20 años, no ha estado demasiado metido en el lente público ni en los grandes éxitos radiales de los últimos años, pero demostró su tremenda capacidad vocal y su talento como bailarín.

El show de Usher, tal como se esperaba, estuvo lleno de sorpresas. Aunque había rumores de que figuras como Justin Bieber aparecerían en el show (no olvidemos que Usher fue mánager del canadiense cuando explotó su fama), fueron otros grandes nombres los que fueron invitados a la fiesta.

Alicia Keys, siempre impecable, se unió a él en el escenario para interpretar una versión conmovedora de If I Ain't Got You al piano y, posteriormente, cantó a dúo la bellísima balada My Boo.

Más tarde, Usher se acompañó de una gran artista de generación más fresca como lo es HER, quien impresionó con un tremendo solo de guitarra para el tema U Got it Bad.

Inclusive, el buen amigo de Usher, Lil Jon, tuvo un divertido momento en el que hizo una pequeña versión de su sonadísima canción Turn Down for What (la misma del meme) en un pasaje en el que Usher aprovechó para cambiarse a un traje azul.

Al terminar la intervención de Lil Jon, el protagonista de la noche patinó sobre una pista de baile LED que cambiaba de color y forma, creando varios efectos visuales que emocionaron a todo el público.

Finalmente, Lil Jon subió a la tarima principal y se acompañó de Ludacris para cerrar el show (que se extendió alrededor de unos quince minutos) con un explosivo final junto a Usher al ritmo de Yeah! Todos bailaron, gritaron y saltaron recordando que este tema sigue fresco a pesar de sus poco más de 20 años de vida.

¿Usher cumplió con las expectativas? Depende a quien se le pregunte. Es difícil recordar la última vez que el consenso haya sido positivo ante la barra tan alta que se le suele colocar a este show (tal vez el performance de Shakira y JLO hace tres años fue el último ejemplo en que más o menos hubo una recepción positiva generalizada).

Posiblemente, Usher siempre sea recordado como actor de reparto de este Super Bowl ante el "pegue" y el revuelo que ha provocado Taylor Swift con su simple presencia, pero, al menos a los ojos de este periodista, Usher hizo un show más que correcto y, sobre todo, entregado con muchas ganas y sudor.

img

Top 5 Música

×